La idea central del diseño de la marina fue la comodidad de los usuarios. Por ello, todos los atraques a flote disponían de finger transitable para el amarre, con lo que se consiguieron las siguientes mejoras simultáneas:
- Las maniobras de embarque y desembarque se hacen por la borda del barco y son mucho más cómodas para los tripulantes y para el trasiego de mercancías.
- Los cabos de amarre permanecen siempre fuera del agua, a bordo de la embarcación o del finger, si el barco no está atracado, con lo que se evita la suciedad y el envejecimiento de los mismos.
- Al eliminarse la necesidad de los muertos de fondeo en el interior de la dársena, por amarrar las embarcaciones a finger por la borda y a muelle o pantalán por punta, se eliminan los cabos sumergidos que cruzan por debajo de las embarcaciones y que producen numerosos incidentes de enganche de timones o motores en ellos, y que a veces pueden terminar en averías importantes para las embarcaciones.
Evitamos, por tanto, los inconvenientes al comenzar y finalizar una jornada náutica pensada para disfrutar.